Cuando viajamos a Argentina solemos siempre degustar la variedad de pastelitos ó mejor dicho facturas, que es como llaman los argentinos a los bollitos de masa dulce. Siempre digo que la repostería argentina me gusta muchísimo y es que entre otras cosas, la leche, la mantequilla y la harina me resultan de una calidad espectacular. Por un lado la enorme producción de leche y sus derivados y por otro la gran variedad de harinas que se producen en Argentina hacen que el resultado de cualquier masa elaborada con estos ingredientes sea toda una delicia. Y es que siempre que haya buena materia prima y mucho cariño para hacer algo, el resultado es muy difícil que salga mal.
Hace algunos días compartía con vosotros estos pancitos de leche del gran pastelero argentino Osvaldo Gross y he de decir que la elaboración de los miguelitos es exactamente la misma, únicamente difiere el momento final de dar la forma a la masa. Más abajo os explico exactamente cómo hay que proceder en este caso.
Las facturas o pastelitos como los que hoy os traigo, suelen comerse mientras degustas la infusión por antonomasia argentina, el mate. Por cierto que nosotros tenemos una vitrina en casa con una bonita colección de mates con sus correspondientes bombillas (caña metálica a través de la cual se absorbe el mate) y es que cada vez que viajamos para allá solemos traernos un mate para engrosar nuestra colección. Tenemos mates que ya aportó Luis cuando decidimos vivir juntos, mates que nos regalaron cuando nos casamos (la primera vez, ya hace años) y uno, el más especial para mí que es el que Luis me trajo de Argentina el primer año que estuvimos de novios.
Los que salen en las fotos de este post los compramos en Córdoba, concretamente en una feria de artesanías que me vuelve completamente loca ya que está llena de auténticas maravillas, es el Paseo de las Artes y es una visita más que obligada cada vez que vamos a la ciudad donde nació Luis. Es difícil no llevarse media feria, pero claro el espacio y el peso del equipaje no dan para más por desgracia.
Y como os comentaba antes, ya que la receta es exactamente igual a la de los pancitos de leche, no tenéis más que ir al post donde publiqué los pancitos y seguir exactamente los mismos pasos hasta el momento de darles la forma.
En el punto en el que hemos formado las bolas de masa, lo que vamos a hacer es hacer rodar cada una de ellas sobre la encimera como si quisiéramos darles forma de cilindro pero en este caso presionaremos por los dos lados, quedando así la parte central mas hinchada y los extremos más aplastados. Colocamos los miguelitos sobre la bandeja donde los vayamos a hornear, previamente forrada con papel de hornear y los pintamos bien con huevo batido con un chorrito de nata. Dejamos que leven durante 30 minutos, los volvemos a pintar nuevamente con huevo batido y los introducimos en el horno durante 20 minutos aproximadamente ó hasta que observes que están bien doraditos por la superficie.
Los dejamos enfriar completamente sobre una rejilla antes de practicarles un corte a lo largo de cada miguelito sin llegar a separar la parte de arriba de la de abajo. Espolvoreamos cada bollito con azúcar glass y los rellenamos con la misma crema pastelera que hicimos para los pancitos de leche, con dulce de leche o con chantilly.
Algunas aclaraciones:
- Para conservarlos guárdalos en un recipiente hermético. Si los has rellenado con crema pastelera, guárdalos en la nevera y sácalos un ratito antes de ir a consumirlos para que se atemperen un poco.
- Puedes hacer la crema pastelera tradicional en lugar de esta crema pastelera de panadería ya que esta última se utiliza sobretodo cuando la vas a introducir en el horno.
8 comentarios
Diosssss, que hambre me ha entrado!!!!!! Yo quierooooooo!!!!
Besos mi reina
Hola Bea mi niña, cuando te entren ataques de hambre, llámame y juntamos los tuyos con los míos y nos pegamos juntas una super merendola jaja, un besazo corazon!
Como me gusta cuando hablas de esta tierra… Al tener familia allí y haber tenido la suerte de visitarla, así como convivir con ellos aquí también, mucho de lo que cuentas me suena…. Hasta tengo mi propio mate!!!!!!!! y eso que ya sabes que no me gusta el té (infusiones en general)!!!!!!!!!!!!!!
Besos
Hola Olga preciosa, sí la verdad es que me apasiona hablar de los lugares que me gustan, donde he pasado grandes y bonitos momentos y sin duda alguna uno de ellos es Argentina :-) Un besazo grande corazon!
que buena pinta!! quiero uno para el café!! Las fotos estan chulisimas
Hola! muchas gracias :-) Todavía queda alguno asi que no tardes que en casa no perdonan cuando hay algún dulce rondando por la cocina :-) Un beso grande!
Buenisima la receta! Y me ha encantado que cuentes de mi tierra, y me alegro que tengas un cordobés en tu vida y hayas andado por mi Córdoba, amada Docta, de paseo por mercado de Artes y pulgas! A seguir disfrutando al preparar facturas y vigilantes, paseando las recetas y a matear! Abrazos desde Pamplona.
Hola Gretel, que ilusión me ha hecho leer tu mensaje ya que me ha recordado momentos y paseos maravillosos por vuestra bonita ciudad. Me alegra mucho que te haya gustado la receta, te mando un beso enorme desde Madrid