Como os comentaba ayer en las redes sociales, la situación derivada de la pandemia del Coronavirus nos obliga a mantenernos dentro de nuestras casas por el bien propio y común. Por tanto a partir de ahora y sin fecha de finalización, debemos más que nunca aprender a utilizar nuestro tiempo con el fin de no caer en la desidia, la angustia y el aburrimiento. Yo os propongo y empezando con esta receta de brioche à tête, meternos en la cocina para crear platos y postres que nos hagan sonreír y no pensar demasiado en la terrible situación que nos ha tocado vivir a prácticamente el mundo entero. Por mi parte, trataré de desempolvar todas las recetas que tenía guardadas y pendientes de compartir con todos vosotros y al mismo tiempo pienso abrir cada uno de los libros que tengo de cocina y pastelería (a ver si los cuento y os digo cuántos tengo porque ocupan media librería), para preparar platos y postres que siempre quise hacer y paradojas de la vida, por falta de tiempo, nunca llegué a hacerlos.
Pan
Llevo días sin dedicarle mucho tiempo al blog y a las redes sociales pero es que últimamente estoy más liada que de costumbre con algunos cambios que tenemos previstos en la escuela y que en poquísimos días os empezaré a contar. No puedo adelantar mucho todavía pero lo que sí que os digo es que el proyecto no me puede estar haciendo más ilusión :) Y para celebrarlo qué mejor que una receta de las buenas. Este brioche con pralinés rosas es digno de cualquier celebración y de cualquier momento que se te ocurra porque además de bonito es simplemente espectacular. Me gusta tanto este brioche con pralinés rosas que estoy pensando incluso en incluirlo en el programa del curso anual de repostería para que todos mis alumnos aprendan también a prepararlo.
El otro día os adelantaba por las redes sociales que estaba ultimando este post en el que compartiría la receta de uno de los panes dulces más deliciosos que he probado nunca, el monkey bread o pan de mono. Se trata de un cake que no tiene complicación alguna, aunque sí tiene una peculiaridad y esta es su manera de elaborarlo que más abajo os muestro con todo lujo de detalles.
Aunque de aspecto no es un bollo precioso, os aseguro que igual que ocurre por ejemplo con la tarta tatin, su sabor y su textura son de lo más sabroso y maravilloso que podéis imaginar.
Como ocurre con muchos otros platos, de la empanada gallega de bonito podemos encontrar multitud de recetas y de versiones pero si os digo la verdad bajo mi punto de vista no muchas están logradas y cuando no resulta pastosa la masa, resulta seco el relleno. O también ocurre todo lo contrario, que el relleno está bien preparado pero la empanada no resulta buena porque la masa elegida no está bien.
Ya sabéis que todos los veranos de mi infancia los pasé en un pueblecito encantador de La Coruña y es en ese lugar donde he comido las mejores empanadas de bonito del mundo y durante mucho tiempo he estado tras la receta que más se acercase a aquellas que comía cuando era pequeña y ahora que la he encontrado, me hace especial ilusión compartirla con todos vosotros.
Estamos muy cerquita ya de la Semana Santa y por fin este año me ha dado tiempo a compartir con todos vosotros la receta de mona de Pascua y de pan quemado que llevo haciendo ya desde hace años y que por unas cosas o por otras no había tenido ocasión de publicar todavía. Aunque lo mío no son las manualidades y el hacer figuritas está fuera de mi control, he puesto todo de mí y he creado varias monas de Pascua con distintas formas para que podáis sorprender a vuestros familiares y amigos. Os recomiendo además que si tenéis niños en casa les hagáis participar dejándoles que den la forma que más les guste a la masa, ya que es una actividad muy divertida para ellos y tanto el teñir los huevos de colores como trabajar la masa con distintas formas de animalitos, es para ellos una actividad de lo más divertida. Además pienso que compartir momentos en la cocina con los niños es de lo más bonito y gratificante que hay. Pero hablemos un poco de qué son las monas de Pascua, su origen y el motivo por el que es habitual decorarlas con verdaderos huevos cocidos.
Imagino que a estas alturas estaréis un poco hartos de ver tantas recetas hechas con calabaza y es que es empezar el otoño y acercarse la fiesta de Halloween y quienes frecuentan internet ven las pantallas de sus ordenadores y de sus móviles inundadas de calabazas cocinadas de mil maneras diferentes. Pero que conste que yo no me quejo, adoro la calabaza y diría que cualquier plato que esté hecho con esta rica y colorida hortaliza. Y precisamente con este pan de calabaza y chocolate con el que empezamos la semana os lo quiero demostrar. No se si tenéis la costumbre de comer pan porque a nosotros nos encanta el pan tanto para desayunar, como para acompañar con él el almuerzo o la cena y me encanta probar todo tipo de panes.
Ojalá os pudiese transmitir lo que disfruté en el desayuno con las tostadas que me preparé , pero de momento me tendré que conformar con compartir con todos vosotros esta receta que es para no guardarla muy lejos porque de verdad que es un pan que merece la pena prepararlo más de una vez.
Hoy quiero compartir con vosotros una receta imprescindible e imperdible, de esas que hay que tener siempre a mano y hacerla en cualquier ocasión que se te ocurra. El brioche es un tipo de masa semidulce y enriquecida fundamentalmente con mantequilla y huevos. No se trata de un bizcocho y se diferencia de éste en que utilizaremos levadura fresca en lugar de impulsor químico para su elaboración, por lo que será necesario desarrollar un poco de paciencia hasta ver el resultado final de nuestro brioche, ya que la levadura necesitará un tiempo para hacer su trabajo y transmitir sus propiedades a nuestra fantástica masa. Añado que no es una masa en absoluto complicada, más bien todo lo contrario y sin embargo vamos a obtener un maravilloso brioche francés para comerlo de la manera que más nos guste a cada uno.
French Toast | Receta americana
Si os digo la verdad, hay algo que no tengo claro si me gusta más que las tortitas americanas y esto son las french toast. Y eso es mucho decir porque lo mío con las tortitas, de verdad que es puro vicio. Las french toast son realmente sencillas de hacer y además se hacen en poquísimo tiempo, cuestiones ambas que en absoluto hacen que el resultado no sea increíblemente delicioso.
Así mismo es un plato con historia, ya que nos tenemos que remontar a los antiguos romanos para tener la primera referencia de la existencia de recetas de french toast o tostada francesa. Entonces se habla de que teníamos que sumergir el pan únicamente en leche, obviando el incluir huevo o cualquier otro ingrediente. Después ha ido evolucionando hasta llegar hasta hoy y ahora además de la leche, añadimos huevos y especias y esencias como canela y vainilla.
Además quiero contaros que estas tostadas son algo muy especial para mí que guardo en un rinconcito maravilloso de mis recuerdos de la infancia, gracias a mis queridas amigas Alicia y Catherine :)
Hacer hojaldre en casa es lo típico que al principio nos da muchísimo respeto porque es de esas cosas que piensas que es la cosa más complicada del mundo y creerme que nada más lejos de la realidad. Normalmente en los cursos que impartimos en nuestro taller suelo hablar de la dificultad que tiene lo que vamos a aprender y casi siempre coincido en decir que la receta en cuestión no tiene mayor dificultad siempre que prestemos la suficiente atención a determinados puntos clave en el momento de aplicar las técnicas, para mí es algo fundamental. Es cierto sin embargo que cosas como los macarons o el atemperado del chocolate por ejemplo, requieren de cierta práctica para lograr vencer las posibles dificultades que nos pueden surgir durante el transcurso de la elaboración de la receta. Pero dicho todo esto lo que quiero transmitiros en este post es que hacer hojaldre en casa es completamente posible, accesible para todos y cuyo resultado os puedo asegurar que difiere años luz de cualquier hojaldre que puedas comprar en el supermercado.
Mientras escribo este post me encuentro en el AVE camino de Barcelona, no puedo estar más emocionada y aunque Barcelona es una ciudad que he visitado innumerables veces simplemente por turismo porque me parece una ciudad increíblemente bonita, esta vez el motivo es que voy a ir por fin a la escuela Hofmann gracias al premio que gané de la mano de Canal Cocina y Panrico. Cuando un día vi en la página de Canal Cocina que tenían un concurso en el que había que participar con una receta que contuviese cualquier variedad de pan Panrico y que además el premio consistía en un curso monográfico en la escuela de cocina Hofmann de Barcelona, me faltaron pies para salir corriendo al supermercado a por el ingrediente estrella, a la vez que avisaba a Luis de que preparara la cámara ya que quería volver a Barcelona y en particular quería conocer la escuela Hoffman y asistir a una de sus clases :-)
Y es así como surge la idea de hacer estas riquísimas Tartaletas de Crema pastelera de Chocolate y Frambuesas que hoy os quiero enseñar.