Llevo años preparando este delicioso bizcocho de limón y yogur, un clásico en muchas casas, pero hasta ahora nunca había compartido la receta. De hecho, fue mi hermano, intentando encontrar la receta en el blog, quien me hizo darme cuenta de que nunca le había dedicado una entrada a este maravilloso bizcocho, el mismo bizcocho que nos hacía nuestra abuela y también nuestra madre cuando éramos pequeños.
bizcochos
Os tengo que decir que el bizcocho de limón que os traigo hoy es otro nivel de bizcocho. Por su textura aterciopelada, por su maravilloso sabor, por su increíble aroma y por su particular aspecto sencillo pero elegante, podemos decir que este bizcocho es el bizcocho de entre los bizcochos y lo digo sin ningún miedo a equivocarme y con total conocimiento de causa, porque de hecho se trata de un habitual en casa.
Sin ningún tipo de duda este bizcocho el preferido de mis hijos y el mío también lo sería de no existir el bizcocho de limón y avena, bizcocho del que no puedo prescindir cada día que me levanto para acompañar el café de la mañana…El bizcocho que hoy comparto con vosotros me encanta prepararlo para los niños y también para sorprender cuando quieres tener un detalle dulce con alguien.
Y como siempre o casi siempre en el mundo gastronómico, el éxito de una receta depende en gran parte de la técnica empleada para elaborarla, técnica que por supuesto paso a contaros más abajo.
Antes de hablar de esta receta de bizcocho de limón y avena, quiero desearos a todos muy feliz año nuevo. Os deseo un año lleno de cosas bonitas y deseos cumplidos. Por cierto que no se si a vosotros os ha pasado lo mismo pero a mí desde luego se me han pasado las Navidades volando a pesar de que todavía está por venir la fiesta de Reyes.
El otro día estuve pensando en qué receta iría en el primer post del año y si os soy sincera aposté por una receta salada, pero cambié radicalmente de idea estando ayer recogiendo la casa tras una Nochevieja en casa en la que éramos ni más ni menos que 16 personas. Pues bien, cuando tenía todo ordenado y limpito se juntó que hacía un poco de frío en casa (la calefacción es central y la conectan más tarde que pronto) y que yo tenía antojo de comer mi bizcocho favorito, el que para mí es sin ninguna duda el mejor bizcocho del mundo. Entonces me entraron unas ganas tremendas de hornear este bizcocho de limón y avena con el que arrancamos este año en el blog.
Todos los años espero con gran emoción la llegada de las naranjas sanguinas. Es una fruta que me encanta por su sabor y por el maravilloso color que tienen sus gajos. Todo lo que sale de estas naranjas me encanta, como es el caso de este bizcocho de naranjas sanguinas que os traigo hoy que siempre triunfa en casa cuando lo preparo, o también cuando te preparas un simple zumo con esta peculiar fruta.
Hace un año recuerdo que publiqué una receta de bizcocho de naranjas sanguinas con glaseado (os recomiendo que os paséis por el post para ver el espectacular color rosa que aportó el zumo de estas naranjas al glaseado con el que cubrí el bizcocho) y recuerdo que me encantó, por lo que este año decidí adaptar la receta del bizcocho que más me gusta del mundo, un bizcocho de limón maravillosamente calado con un almíbar preparado con el propio zumo de limón (por cierto, tengo pendiente publicar la receta de ese bizcocho, pero de momento ha sido imposible porque nunca hemos podido esperar a sacarle fotos antes de hincarle el diente) y preparar la versión hecha con una de las frutas que más me gustan del mundo. Os presento una nueva versión de bizcocho de naranjas sanguinas con almíbar de naranjas.
Después de todo lo que nos ha costado llegar hasta aquí, puedo decir que con el curso de repostería que impartimos el otro día, todo esfuerzo ha merecido la pena y mucho.
Recibimos a un grupo estupendo de chicas con las que pasamos una mañana de lo más agradable, practicando, tomando notas y desayunando todas juntas.