Potaje de Vigilia con Bacalao, Garbanzos y Espinacas: Una Receta Clásica para Cuaresma
Se acerca la Semana Santa y con ella también infinidad de platos y dulces tradicionales. Es el caso del potaje de vigilia con bacalao, garbanzos y espinacas o también llamado potaje de cuaresma y es que este guiso surge a raíz de la prohibición religiosa de comer carne durante los viernes que preceden al jueves santo y desde 40 días antes, en concreto esta tradición comienza el miércoles de ceniza.
Este plato también lo conocemos como potaje de bacalao con garbanzos y espinacas aludiendo fundamentalmente a sus ingredientes principales. Es además un plato que no tiene complicación alguna a la hora de prepararlo y cuyo resultado es verdaderamente delicioso. Os aseguro que después de comerte un plato de este potaje de vigilia recargas las pilas que sea que se te hayan descargado después de nuestras ajetreadas rutinas diarias.
Aunque pensándolo bien, si entendemos que la abstinencia se lleva a cabo como un acto de sacrificio y meditación, la oferta gastronómica que surge durante este periodo, entre torrijas de todo tipo, buñuelos, rosquillas y potajes, hace que aunque el ayuno sea de no comer carne determinados días, la posibilidad de comer un montón de otras cosas (yo diría que casi más que incluso en Navidad), hace que dicho sacrificio pierda un poco de sentido bajo mi punto de vista.
Aún así nosotros nos sumamos a la preparación de estos platos que surgen para compensar la falta de carne como es el caso del potaje de vigilia, ya que además de ser platos típicos de nuestra gastronomía, están llenos de sabores y también están cargados de energía y nutrientes fundamentales provenientes de las legumbres (garbanzos), el pescado (bacalao) y las verduras (espinacas). Yo además acostumbro a hacer el doble de la receta ya que el esfuerzo es exactamente el mismo y congelo todo lo que no comemos para así descongelarlo el día que llegamos más justos de tiempo y que se agradece saber que tienes un guiso maravilloso esperándote listo para descongelar y consumir en pocos minutos.
Receta de potaje de vigilia con bacalao, garbanzos y espinacas :
Dificultad: fácil
Raciones: 6-8 personas
Tiempo:
- Preparación: 15-20 minutos
- Cocción: 2 horas (1,5 horas para los garbanzos + 30 minutos para el guiso)
Utensilios:
- Cacerola grande para cocinar los garbanzos
- Sartén para hacer el refrito
Ingredientes:
- 300 gr. de garbanzos
- 300 gr. de bacalao desalado
- 250 gr. de espinacas frescas
- 2 cebollas medianas
- 4 dientes de ajo
- 1 tomate maduro (puede ser envasado)
- 1 huevo (opcional)
- 1 cucharada de postre de pimentón dulce
- 1 hoja de laurel
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra recién molida
- 1 cucharadita de comino molido
Paso a paso para preparar el potaje de vigilia con bacalao, garbanzos y espinacas:
1. Remojamos los garbanzos: La noche anterior, ponemos los garbanzos a remojar en agua fría con un puñado de sal gorda.
2. Lavamos los garbanzos: Al día siguiente, escurrimos los garbanzos y los lavamos bien bajo el chorro de agua fría.
3. Cocemos los garbanzos: Ponemos los garbanzos a cocinar a fuego bajo durante 1,30 horas en una cacerola con 1 litro de agua fría, dos dientes de ajo pelados y una hoja de laurel.
4. Preparamos el refrito: Machacamos un diente de ajo en el mortero y picamos la cebolla en trozos pequeños. En una sartén con aceite de oliva virgen extra, cocinamos la cebolla y el ajo hasta que adquieran color. A mitad de cocción, añadimos el tomate pelado y sin pepitas. Retiramos la sartén del fuego y reservamos.
5. Cocemos el huevo (opcional): En un cazo pequeño con agua, cocemos el huevo durante 12 minutos. Cortamos la cocción con agua fría y reservamos.
6. Cocemos las espinacas: Lavamos y retiramos los tallos de las espinacas. Las cocemos en agua con sal durante 5-7 minutos. Luego, escurrimos las espinacas y las mezclamos con el sofrito de cebolla y ajo, añadiendo pimentón, sal, comino y pimienta negra.
7. Colamos los garbanzos: Una vez cocidos los garbanzos, retiramos los dientes de ajo y la hoja de laurel, y colamos el caldo, conservando el agua de la cocción.
8. Cocinamos el potaje: En una cacerola, ponemos el agua de cocción de los garbanzos y añadimos el sofrito de cebolla y ajo. Dejamos que rompa a hervir, luego añadimos el bacalao parcialmente desmigado. Movemos la cacerola para integrar el bacalao lentamente en el guiso y dejamos cocer a fuego lento durante 5-7 minutos.
9. Servimos: Servimos inmediatamente. Si has optado por añadir el huevo cocido, córtalo en cuartos y sirve una parte en cada plato.
Algunos consejos para que te salga el potaje de vigilia perfecto:
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Controla el tiempo de cocción de los garbanzos: Es importante cocinarlos a fuego lento durante el tiempo indicado (1,5 horas) para que queden tiernos y bien cocidos. Si usas garbanzos de bote, reduce el tiempo de cocción.
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Ajusta el pimentón: Si te gusta ponerle un toque picante al potaje de vigilia, sustituye una parte del pimentón dulce por pimentón picante. A nosotros particularmente nos encanta porque le da un sabor extra que resalta todo el guiso.
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Sofrito bien dorado: Asegúrate de dorar bien la cebolla y el ajo en el refrito. Este paso es clave para darle profundidad al sabor del potaje. No tengas prisa, deja que se caramelicen ligeramente para intensificar los sabores.
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Añade el bacalao al final: El bacalao se debe agregar cuando el caldo ya esté hirviendo para que se integre lentamente y no se sobrecoja, lo que podría hacerlo más seco o fibroso.
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Ajusta el punto de sal y especias: Prueba el guiso antes de servir y ajusta la sal, el comino y la pimienta según tu gusto. Cada tipo de bacalao tiene un nivel de salado diferente, así que es importante probar antes de añadir más sal.
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El huevo es opcional, pero recomendado: Si decides incluir el huevo cocido, añádelo justo al final, cortado en cuartos, para que cada comensal tenga un toque de proteína extra en su plato.
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2 comentarios
Hola tocaya! Me encanta este potaje. Yo lo hago muy parecido pero sin bacalao, que no me gusta.
Tienes razón en que lo que sobra se puede congelar y aprovechar cualquier día que no tengamos hecho nada sabiendo que vamos a comer como reyes. Además congelan perfectamente. Es de esos platos que al descongelarlos no pierden ni sabor ni textura.
Te ha quedado de 10!
Un bico!!
Hola tocaya :) Sin bacalao también es una opción excelente. Yo le pongo bacalao sobretodo porque a Luis le encanta pero por mí está bien de las dos maneras. Muchas gracias por tus palabras, eres un sol. Un besazo grande guapísima!