Cómo hacer galletas con mermelada caseras: receta fácil y deliciosa paso a paso
Si te gustan las galletas crujientes por fuera y suaves por dentro con un toque dulce en el corazón, esta receta de galletas con mermelada caseras es para ti. Son perfectas para acompañar un café o un te, preparar una merienda bonita o sorprender con un detalle hecho a mano.
Estas galletas de mantequilla con mermelada son un clásico que nunca falla. Llevan ese toque de mimo que transforma lo sencillo en especial, y el aroma que llena la cocina cuando salen del horno os aseguro que es pura felicidad. Creo que ya lo he dicho en otras ocasiones, pero bajo mi punto de vista el olor a galletas recién horneadas, es de los olores más maravillosos que pueden existir en el mundo.
No se si también os ocurre a vosotros pero hay recetas que te reconcilian con la calma. Recetas que te invitan a encender el horno y disfrutar del proceso tanto como del resultado. Estas galletas con mermelada caseras son exactamente eso: pequeñas piezas de mantequilla y cariño con un corazón dulce que harán que te sea difícil resistirte a comerte más de una.
Una cosa a tener en cuenta a la hora de hacer galletas es que debemos seleccionar los ingredientes con mucha atención, ya que cada uno de ellos aportará un matiz o sabor que convertirán estas galletas en algo que en este caso os aseguro que va a sorprender a todo el que las pruebe. Por ese motivo he elegido la confitura Bebé de fresa de Abril, y es que las confituras Bebé tienen un sabor tan especial porque están hechas con mimo, y aunque el mimo no sea un sabor, hace que todo sepa mejor.
Receta de galletas con mermelada:
Dificultad: fácil
Raciones: 20-25 galletas
Tiempo:
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Preparación: 20 minutos
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Reposo de la masa: 60 minutos
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Horneado: 12-15 minutos
Utensilios:
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Bol grande para mezclar
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Varillas o batidora de mano
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Espátula de silicona
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Tamiz o colador fino
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Film transparente
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Bandeja de horno
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Papel de hornear
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Cucharita o utensilio para hacer las hendiduras
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Rejilla para enfriar
Ingredientes:
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150 g de mantequilla a temperatura ambiente
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70 g de azúcar glas
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2 yemas de huevo (unos 40 g en total)
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1 cucharadita de extracto de vainilla
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230 g de harina de trigo de uso común
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10 g de maicena
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¼ cucharadita de sal
Para el relleno:
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220 g de confitura de fresa
Elaboración paso a paso
1. Batir mantequilla y el azúcar glas: bate la mantequilla con el azúcar glas hasta que la mezcla quede suave, cremosa y más clara. Este paso es clave para obtener una textura ligera.
2. Añadir yemas y el extracto de vainilla: incorpora las yemas y el extracto de vainilla y mezcla hasta que todo esté bien integrado.
3. Agregar ingredientes secos: tamiza la harina junto con la maicena y la sal, e intégralas poco a poco a la mezcla anterior. Mezcla suavemente hasta que la masa se forme, pero sin sobretrabajarla.
4. Enfriar la masa: envuelve la masa en film transparente y deja que repose en el frigorífico unos 60 minutos. Esto ayuda a que la mantequilla se asiente, el gluten se relaje y las galletas mantengan su forma al hornear.
5. Formar las galletas: divide la masa en porciones del tamaño de una nuez, colócalas en la bandeja con papel de hornear y haz una hendidura en el centro de cada porción con el dedo o un utensilio. Yo he pesado cada bolita de masa y en mi caso las he hecho de 25 g. cada una.
6. Rellenar: Rellena cada hueco que has hecho en las galletas con mermelada, sin excederte para que no se derrame durante el horneado.
7. Hornear: precalienta el horno a 170 °C con calor arriba y abajo. Hornea durante 12-15 minutos o hasta que los bordes se doren ligeramente.
8. Enfriar: deja que las galletas se enfríen sobre una rejilla. La mermelada se asentará y la textura quedará perfecta.
Trucos para que tus galletas con mermelada queden perfectas:
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Buen punto de mantequilla: que esté suave pero no derritiéndose.
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Mezclar lo justo: sobrebatir puede endurecer la galleta al desarrollar un exceso de gluten.
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Hendidura práctica: haz el hueco con forma de corazón, círculo profundo o lo que te guste, pero que permita retener la mermelada.
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Reposo en frío: no omitas el paso de refrigerar la masa; ayuda mucho a que no se deformen.
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Horno precalentado y constante: la temperatura debe estar lista antes de meter las galletas.
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Conservación: guárdalas en recipiente hermético; duran bien hasta una semana si están bien cerradas.
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Varía sabores: Utiliza la mermelada de la fruta que más te guste o ve variando y prepara estas deliciosas galletas cada vez con un relleno diferente.







