Alfajores de maizena

Hace nueve años, poco sabía de la repostería argentina, lo máximo que había alcanzado a probar y tampoco en muchas ocasiones era el dulce de leche y además más en forma de helado o de caramelo que el dulce en si. Y menuda pérdida de tiempo, porque no solo el dulce de leche, si no que la mayoría de la repostería argentina, no tiene desperdicio, porque además de salirse de lo clásico, es realmente deliciosa.

La primera vez que viajé a Buenos Aires, me paraba en los escaparates de las pastelerías porque me parecían realmente preciosas las tartas (tortas dicen allí) y los dulces que exponían. Hace nueve años conocí a mi marido, que a estas alturas, habréis deducido ya que es de Argentina y es cuando empecé a escuchar cosas como pasta frola, facturas (de comer, que las otras ya me las conocía de antes y también te dan ganas de comértelas muchas veces) , colaciones etc, así que cuando pensé en abrir un blog, sentí que tenía que hacerle un hueco a Argentina ya que a través de Luis he ido acercándome más a su cultura y a su gastronomía en general. La primera receta que os voy a contar, me salio bien a la primera, la hice con mucha ilusión y estoy segura de que es por eso que tuve éxito. Luis me dijo que no era fácil que salieran ricos por la masa y he de reconocer que sentí un poco de presión en ese aspecto, seguro que eso también ayudó para que me salieran tal y como yo esperaba.
Os animo a que vosotros también lo intentéis, ya que es sencillo como hacer unas galletas y delicioso y diferente a otra cosa que ya hayáis probado

INGREDIENTES:

. 200 gr. de harina de trigo con levadura

. 300 gr. de Maizena

. 200 gr. de mantequilla a temperatura ambiente

. 150 gr. de azúcar

. 1 cucharadita de esencia de vainilla

. 1 cucharadita de ralladura de limón

. 3 yemas

. 30 ml. de coñac

. Dulce de leche repostero ( es más denso que el que venden habitualmente en los supermercados)

. Coco rallado

ELABORACIÓN:

1. Precalentamos el horno a 170º C. arriba y abajo.

2. Tamizamos la harina de trigo junto con la de maíz y reservamos

3. Batimos a velocidad media , la mantequilla con el azúcar, la vainilla, la ralladura de limón, las yemas y el coñac hasta que esté todo incorporado.

4. Bajamos la velocidad y vamos añadiendo poco a poco la harina y la maizena hasta que se vaya incorporando a la masa y veamos que se forma una masa tierna.

5. Con el rodillo, estiramos la masa entre dos papeles de hornear, para evitar que se nos pegue la masa. Tenemos que intentar que nos salgan las galletas ( tapas) de unos 10 mm. Cortamos círculos con un cortapastas pequeño, de 5 cm como mucho (también podemos hacer mini alfajores, para lo que utilizaremos un cortador de 2 cm)  y metemos en la bandeja del horno, con una separación de  2 cm. entre una y otra, durante aproximadamente 15 minutos ( 10 si son los más pequeños) . Tienen que salir más bien blanquitas, no tostadas. Dejamos dos minutos enfriar en la bandeja y con cuidado pasamos las tapas a una rejilla, la masa es un poco quebradiza, de hecho al comerla, veréis que se desmiga bastante, pero es totalmente normal.

6. Una vez frías las tapas, las unimos de dos en dos con ayuda de una manga pastelera, con dulce de leche y las aplastamos con cuidado, un poquito para que sobresalga el dulce de leche.  Rebozamos con coco rallado.

Yo los hice en dos tamaños diferentes, es cuestión de gustos, salen igual de ricos y bonitos.

Estos los hice para el cumpleaños de Luis, preparé una mesa dulce como podéis ver, con dulces típicos argentinos (y no argentinos), como cabía esperar :-)