Si os gusta el te helado, en concreto el Te Chai Latte, este batido os va a dejar sin respiración porque me temo que os lo vais a querer tomar de un solo trago. Yo, sinceramente me he tenido que contener para no hacerlo, más que nada porque lo quería disfrutar un poco y también porque me lo tomé mientras charlaba con Luis en la cocina porque si me hubiera sentado en el ordenador como hago otras veces que me preparo un smoothie de frutas o algún batido con leche y fruta, me lo bebo en 15 segundos y cuando me quiero dar cuenta no me queda ya ni gota. Me conecto a la pajita como el riego por goteo pero yo en concreto gota a gota no me lo bebo, más bien acabo con la bebida en cuestión como si no hubiese mañana.
Batidos
Me encantan los batidos en general y los que están hechos con helados todavía más. Cuando hago helados no nos duran más de dos días, porque además de no parar de comérnoslo a cucharadas, aprovecho y les hago a los niños un super batido para la merienda. En este caso además al tener un montón de arándanos, el batido se convierte en una merienda de lo más completa y saludable y a ellos les encanta ya que se trata de una merienda diferente y muy fresquita, perfecta para estos días de tantísimo calor.
Como la primavera empieza a querer entrar aunque todavía tengamos algún día de lluvia y viento fresco, sí que es cierto que nos encontramos con algunos días de esos que merendar o tomar de postre un batido fresquito y lleno de vitaminas como el que yo os traigo hoy, es lo que más nos apetece.
El caso es que el otro día quise darles la fruta a los niños de una manera diferente a la habitual y se me ocurrió prepararles estos batidos, ponérselos en unas bonitas copas y con un poco de nata montada. Y gracias también a estas chuches que les puse de adorno en las pajitas y sobre la mesa, al final ninguno de ellos pudo resistirse :-)
Como en verano no estamos mucho en casa y además nos apetecen cosas más bien fresquitas, hoy os traigo una receta de esas que se hacen en un momento y se disfrutan muchísimo tomándolo tranquilamente en la piscina, en la tumbona de la playa o también en casa viendo una peli por ejemplo.