Hablar de tortilla de patatas es hablar de uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía española. A priori resulta un plato sencillo, elaborado con pocos ingredientes y lo que es mejor, son ingredientes de lo más accesibles y que normalmente tenemos en casa. Y digo que a priori la tortilla de patatas es un plato que no debería presentar ninguna complicación a la hora de elaborarla, pero lo que es cierto es que no todo el mundo opina igual, pues conozco a varias personas que insisten en que aún sabiendo cocinar, la tortilla de patatas no les sale como la que hacía su abuela o como la que ponen en el bar de su pueblo a la hora del aperitivo.
Y es que cada tortilla de patatas es única, a pesar de tener solo 3 o 4 ingredientes, las variaciones que podemos darle a este plato tan tradicional español son inmensas. Así encontramos discrepancias a la hora de ponerle o no ponerle cebolla, a la hora de hacerla más o menos cuajada, a la hora de hacerla más o menos grande y a la hora de equilibrar los huevos respecto a la cantidad de patatas.
En este post quiero compartir mi tortilla, la receta que nos gusta en casa y la que más se ajusta a los gustos de todos. Os contaré mis secretos y la forma en que yo preparo este maravilloso plato para lograr que en casa todos sin excepción se relaman cuando les preparo tortilla de patatas.