Tortilla de patatas |Receta facilísima

Hablar de tortilla de patatas es hablar de uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía española. A priori resulta un plato sencillo, elaborado con pocos ingredientes y lo que es mejor, son ingredientes de lo más accesibles y que normalmente tenemos en casa. Y digo que a priori la tortilla de patatas es un plato que no debería presentar ninguna complicación a la hora de elaborarla, pero lo que es cierto es que no todo el mundo opina igual, pues conozco a varias personas que insisten en que aún sabiendo cocinar, la tortilla de patatas no les sale como la que hacía su abuela o como la que ponen en el bar de su pueblo a la hora del aperitivo.

Y es que cada tortilla de patatas es única, a pesar de tener solo 3 o 4 ingredientes, las variaciones que podemos darle a este plato tan tradicional español son inmensas. Así encontramos discrepancias a la hora de ponerle o no ponerle cebolla, a la hora de hacerla más o menos cuajada, a la hora de hacerla más o menos grande y a la hora de equilibrar los huevos respecto a la cantidad de patatas.

En este post quiero compartir mi tortilla, la receta que nos gusta en casa y la que más se ajusta a los gustos de todos. Os contaré mis secretos y la forma en que yo preparo este maravilloso plato para lograr que en casa todos sin excepción se relaman cuando les preparo tortilla de patatas.

Antes de empezar con la receta, sí me gustaría hablaros brevemente sobre cada uno de los ingredientes que componen este emblemático plato.

A pesar de ser un plato fácil de preparar, necesitamos disponer de un rato para tener lista nuestra tortilla de patatas. Debemos escoger unas patatas de buena calidad, que no estén blandas y tampoco harinosas. Yo os recomiendo la variedad Monalisa de Álava o la variedad Kennebec que no se deshacen durante su cocinado y además no absorben el aceite en el que se cocinan. También podemos optar por la variedad Agria, que es la variedad más utilizada para freír.

Respecto a si poner o no poner cebolla, bajo mi punto de vista la cebolla mejora considerablemente el sabor y la textura de la tortilla de patatas, haciéndola más jugosa y aportando un sabor único. Pero si lo que no te gusta es masticarla y sentir su tacto mientras degustas la tortilla, estate muy atento a la forma que tengo yo de prepararla pues consigo obtener lo mejor de la cebolla que es su sabor, sin a penas sentirla a la hora de degustarla.

A la hora de hablar de los huevos, es obvio decir que éstos han de se frescos y la cantidad, aunque es orientativa suele ser de 1 huevo por cada 100 gr. de patatas.

Otro de los ingredientes clave en este plato es el aceite en el que vamos a freír tanto las patatas como la cebolla. En mi caso utilizo siempre aceite de oliva virgen extra, que además puedes reutilizar sin problema ya que las patatas no aportan sabor al aceite y la sal la añadiremos siempre fuera de la sartén.

En cuanto a la forma y tamaño de cómo cortar las patatas para freírlas, existen diferentes teorías, desde cortarlas en cubos, en finas láminas, en trozos irregulares o en rodajas más o menos gruesas. Lo que yo os recomiendo es que elijas la forma que elijas, cortes las patatas en trozos lo más iguales posible, para que de esta manera todos los trozos se cocinen al mismo tiempo y por igual.

Por último encontramos discrepancias a la hora de cocinar más o menos la tortilla en el momento de cuajarla. Hay a quien le gusta con el huevo a penas cocinado y hay a quien le gusta completamente seca. A mí particularmente me encanta jugosa pero sin llegar a estar flotando en el huevo.

Receta de tortilla de patatas:

INGREDIENTES:

• 1 kg patatas cortadas en cuatro y en láminas de 2-3 mm
• 2 cebollas finamente laminadas
• 10/11 huevos
• aceite de oliva virgen extra o aceite de oliva suave
• Sal

ELABORACIÓN:

1. Cortamos la cebolla por la mitad y cada mitad a su vez las cortaremos en finas láminas. Ponemos la cebolla en una sartén con un buen chorro de aceite de oliva y un poco de sal y la cocinaremos a baja temperatura (prácticamente al mínimo de tu cocina) durante 30 minutos aproximadamente. Iremos removiendo la cebolla cada 7-8 minutos con el fin de que no coja color durante la cocción y también para lograr que se vaya evaporando el agua que posee la cebolla. La idea es que la cebolla se confite y se vaya cocinando muy lentamente con el aceite de oliva, para que al final resulte maravillosamente tierna y conserve todo su sabor.
2. Mientras se cocina la cebolla pelaremos, lavaremos y cortaremos las patatas en 4 cuartos y éstos a su vez los laminaremos finamente.
3. Freímos las patatas en abundante aceite de oliva y cuando ya estén tiernas las retiraremos del fuego y las dejaremos dentro del aceite durante 10 minutos antes de escurrirlas con un colador.
4. Batimos bien los huevos y los salamos al gusto. Cuanto más batidos estén más jugosa quedará la tortilla.
5. Mezclamos aproximadamente 300 gr. de los huevos batidos con las patatas y la cebolla y dejamos reposar ambos ingredientes durante 10 minutos.
6. Añadimos el resto del huevo y mezclamos bien.
7. Añadimos un poco de aceite en una sartén antiadherente y cuajamos en ella la tortilla por ambos lados y sin removerla cuando la añadamos a la sartén. La cuajaremos al gusto de cada uno. Si te gusta más cuajada te recomiendo que la primera parte de la cocción la hagas con la sartén tapada y a fuego bajo.

Algunas aclaraciones:

• Come la tortilla de patatas caliente, tibia o fría, es cuestión de gustos pero os confieso que a mí particularmente me gusta la comida francamente caliente, considero que se acentúan los sabores y también el aroma de los alimentos cuando los calentamos mejoran considerablemente. 
• Acompaña tu tortilla de patatas con una ensalada verde a base de lechuga, tomates y unas buenas aceitunas. Os aseguro que la ensalada es el compañero ideal de este plato.