Se acerca la Semana Santa y con ella también infinidad de platos y dulces tradicionales. Es el caso del potaje de vigilia o también llamado potaje de cuaresma y es que este guiso surge a raíz de la prohibición religiosa de comer carne durante los viernes que preceden al jueves santo y desde 40 días antes, en concreto esta tradición comienza el miércoles de ceniza.
Este plato también lo conocemos como potaje de bacalao con garbanzos y espinacas aludiendo fundamentalmente a sus ingredientes principales. Es además un plato que no tiene complicación alguna a la hora de prepararlo y cuyo resultado es verdaderamente delicioso. Os aseguro que después de comerte un plato de este potaje de vigilia recargas las pilas que sea que se te hayan descargado después de nuestras ajetreadas rutinas diarias.