Mucha gente espera a Navidad para consumir carne de lechal y cordero, pienso que por varios motivos pero el fundamental es porque tenemos la idea equivocada de que el cordero ha de formar parte de comidas o cenas copiosas y además muy elaboradas. Y es que hasta hace muy poco tiempo los cortes de la carne de cordero estaban muy limitados y por tanto la forma de cocinarlos también se veía igualmente limitada.
Hablando con el carnicero el otro día me comentó que él mismo había observado como cada vez más gente se estaba animando a consumir carne de cordero y de lechal de manera habitual y durante todo el año y esto es gracias a que un montón de nuevos cortes han revolucionado la forma de consumir este tipo de carne.
Carne
Teniendo un argentino en casa os podréis imaginar que la tradición de comer carne la tenemos bastante arraigada. He de decir que tampoco abusamos de ella ni mucho menos, pero sí de vez en cuando nos gusta darnos un capricho como el de hoy, en forma de lomo de buey a la pimienta, de cordero al horno o también en forma de un simple filete a la plancha acompañado de una ensalada fresquita. Y es que además nos gusta variar el menú y tanto es así que la pared de mi cocina está semi empapelada con menús semanales, cuatro en total, todos ellos elaborados a conciencia por mí misma con el único fin de que almorcemos y cenemos lo más variado y equilibrado posible. El lomo de buey no está en ninguno de estos menús y es por eso que de vez en cuando y como os contaba al principio, nos encanta romper la rutina y disfrutar así del sabrosísimo sabor que tiene este tipo de carne.
Sobra decir que gracias a Luis hemos introducido mucha de la cultura gastronómica argentina en casa y si te digo la verdad hay muchas cosas que de no ser por él no habríamos probado jamás. También he de decir que hay cosas como los chinchulines (intestinos) que nos hemos negado a incorporar, creo que hay que ser argentino para apreciarlos ya que no hay asado en el que no los hagan o al menos yo siempre los he visto en las barbacoas a las que he tenido el gusto de asistir.
Pero algo bien distinto son las empanadas argentinas que ya os mostrara hace unos cuantos post atrás. Nos encantan de todas las formas, tamaños y rellenos posibles. Casi siempre que las hacemos las hacemos de carne pero hoy quiero daros una idea fantástica para hacer empanadas argentinas de manera fácil y rápida y que además gustan a todos. Hoy vamos a hacer empanadas argentinas rellenas de jamón y queso. :-)
Ayer os contaba por las redes sociales que me metí en la cocina y no salí de ella en las siguientes 6 horas y es que lo que es cierto es que cada vez me doy más cuenta es de que cocinar para mí no es solo una necesidad ya que a diario somos 6 bocas que alimentar tanto en el almuerzo como en la cena en casa, si no que la cocina es para mí una verdadera pasión, una pasión que me viene desde que era una renacuaja y tenía mi propia cocinita de juguete en la que recuerdo que reproducía (a mi manera) la comida que habituábamos comer en casa. Y me doy cuenta además que cuando estoy unos días sin cocinar nada (esto solo ocurre cuando salimos de vacaciones a un hotel o a un camping), me ocurre como ayer que entro en la cocina y no quiero salir porque la satisfacción que me produce cocinar, la sensación de relax y el hecho de estar entre cacharros e ingredientes (y por supuesto con mi horno, que lo adoro) durante un buen rato debe ser comparable a lo que siente el que está enganchado al deporte, a viajar, a leer o a pintar.
Por fin llegó el día en el que en vez de hacer deprisa y corriendo esta receta de empanadas argentinas, Luis y yo nos detenemos un momento a inmortalizar cada paso del proceso y es que si todavía no has probado esta delicia tan típica de la gastronomía argentina, estás tardando y mucho. Aunque ya había probado las empanadas argentinas antes de conocer a Luis, ya que en España hay muchos restaurantes argentinos que son una maravilla, no fue hasta que probé las de Buenos Aires y las de Córdoba cuando me entró una necesidad imperiosa por lograr hacer con mis propias manos, masa incluida, lo que se ha convertido en nuestra casa en un plato estrella, de esos que esperas impaciente una vez que sabes que se está cocinando.
Hacía mucho tiempo que no hacía lasaña de carne en casa y si te digo la verdad ha debido de ser más por pereza que otra cosa porque es un plato que me encanta, sobretodo cuando lo hago en casa porque cuando pido lasaña en algún restaurante que otro me he arrepentido más de una vez.
El secreto de una buena lasaña no es otro que la salsa boloñesa con la que rellenaremos las capas de pasta y es que no solo la carne tiene que ser de buena calidad si no que también la salsa ha de estar cocinada en su punto justo. Os animo a que la hagáis ya que es una receta que aunque lleva varios pasos, es sencilla y con un resultado delicioso y casi con toda seguridad triunfarás ese día entre los afortunados que vayan a degustar tu lasaña.
Mientras guardamos todo lo de Halloween y la tele nos empieza a recordar que la Navidad se acerca a pasos agigantados, me voy a decantar por platos más tradicionales porque ya se yo que en breve empezaremos con los dulces típicos de Navidad,Turrones, Roscón de Reyes, Panettones etc…
Cuando se acerca el frío me encanta además meterme en la cocina durante horas y preparar todo lo que el tiempo me de, tanto dulce como salado. Y es así como preparé el otro día estas albóndigas en salsa, las de toda la vida. Son un poco laboriosas de hacer, así que hice bastantes albóndigas para congelar la mitad y así comerlas otro día porque en casa este plato siempre triunfa.
En el post anterior os contaba que cambié radicalmente de publicación debido a que el enano hizo desaparecer todo lo que llevaba escrito hasta el momento dándole a la tecla incorrecta del teclado y eso que no llevaba poco escrito, por lo que decidí no desesperar y escribir entonces un post cortito en el que os hablaba de los próximos cursos y talleres que impartiremos próximamente en Madrid y retomar este post en otro momento, porque además la inspiración me había abandonado del todo en ese momento. Este es un post que tenía ganas de escribir hace mucho tiempo, bueno más que escribir el post, lo que quería era reproducir uno de los platos más típicos argentinos, el matambre relleno ó matambre arrollado y después mostrároslo a todos en un post que espero hoy sí, llegar a terminar :-) .
El otro día compré una bandeja de carne picada simplemente porque tenía antojo de comer algo con carne picada, pero cuando la metí en la cesta del supermercado no tenía ni idea de cómo iba a cocinarla y de cómo iba por tanto a satisfacer mi antojo. Por un lado pensé en hacer un pastel de carne que hago bastante habitualmente y que me encanta y encima es de lo más saludable, pero me dio pereza ir a la frutería a por los calabacines que hacen falta para hacer el pastel, así que me senté en el ordenador y después de visitar unos cuantos blogs, en Pequerecetas di con esta receta que me parecía de lo más original a la vez que sencilla y relativamente rápida de hacer.
Todavía me acuerdo el día que pedí por primera vez una milanesa en el centro de Buenos Aires y me quedé impactada por el tamaño que tenía aquel plato (sí el plato en sí también porque te lo tienen que servir en una fuente ovalada directamente o si no el bistec corre el riesgo de rebosar como un faldón de una mesa camilla :-p). El caso es que encima allí la carne es tan espectacular que cuando piensas que te comerás la cuarta parte del plato, acabas metiéndote entre pecho y espalda lo que aquí serían tres filetes empanados de lo buenísimo que está. Pero no se queda ahí la cosa porque además de ese filetón, por encima lleva una maravillosa salsa de tomate casera (por falta de tiempo, esta vez he puesto rodajas de tomate fresco y he de decir que no le ha quedado nada mal el cambio), una loncha de jamón de York y otra de queso fundido. Sólo deciros que es un plato absolutamente delicioso, sobretodo si los ingredientes son todos de buena calidad.