Tarta de frutas y crema diplomática

Todavía no me puedo creer que esté sentada aquí escribiendo nuevamente un post y no podía haber elegido una receta más colorida como esta Tarta de frutas y crema diplomática para describir el precioso momento de mi vida en el que me encuentro actualmente. No es algo que tuviera pensado hacer en estos días, pero sí en el momento que resolviese el tema de las fotos del blog. Ahora os cuento a lo que me refiero. El caso es que me he metido a ver cuáles fueron las últimas entradas que publiqué antes de vencer toda la tormenta por la que he atravesado y me he dado cuenta de que tengo todavía alguna receta que otra sin publicar con fotos incluidas. Así que sin pensármelo dos veces me encuentro haciendo una de las cosas que más me gusta del mundo, escribir en mi querido blog que desde que escribiera la primera entrada allá por enero de 2014, ha llovido, tronado y finalmente ha vuelto a salir el sol….os cuento….

Llevo mucho tiempo sin publicar un post y no es solo un motivo el que me ha llevado a echar el freno de mano de manera radical muy a mi pesar porque ya sabéis que para mí este rinconcito de recetas y vivencias es una parte de mi que comparto con vosotros con toda la ilusión del mundo. Por un lado casi todos lo sabéis ya, Luis y yo nos divorciamos y ya sabéis también que él era la persona que hacía las fotos en el blog….oh, ooooh ¿y ahora qué hago si no tengo ni la más remota idea de hacer fotos y tampoco tiempo de aprender fotografía desde cero? Aún así me negaba a pensar que eso iba a ser una barrera fundamental en el hecho de seguir publicando y compartiendo recetas con todos vosotros. Y hablando el otro día con un amigo que es fotógrafo, me sugirió que hiciese las fotos con el móvil (importante que el móvil haga buenas fotos de base), un aro de luz y un buen editor de fotos. Así que se me abrió el mundo y las ganas de ponerme nuevamente manos a la obra… Ya se que las fotos de este post no las he hecho yo, pero el hecho de saber que esa barrera es fácilmente salvable, me ha animado a sentarme hoy a escribiros. Por cierto, si alguien tiene algún consejo o sugerencia para que mis fotos salgan bonitas, bonitas me puede lo puede dejar en un comentario al final del post, os lo agradeceré en el alma.
El caso y para terminar este rollo que os estoy soltando sobre las fotos, contaros que vuelvo con más fuerza que nunca, con la sensación de que me la vida me ha regalado una nueva vida y con la sensación también de que la vida me ha colocado en un camino en el que debía haber estado hace mucho, mucho tiempo, pero a pesar de todo puedo decir que no me arrepiento de nada de lo que he he hecho nunca, de ninguna decisión y por supuesto brindo y celebro por la última y más importante decisión que he tomado nunca, la de comenzar una vida lejos de la tormenta y rodeada solo de personas que suman, personas buenas de corazón y personas que alimentan tu alma y tu corazón…
Contaros además que aunque seguiré publicando recetas y quién sabe qué más experiencias, mi vida laboral ha dado un giro radical ya que he dejado mi escuela y tienda y voy a emprender junto con mis hermanos la apertura de varias tiendas como franquiciados de Levadura Madre. Esto ya os lo iré contando y desarrollando en otros post más adelante, cuando esté más avanzado el proyecto y para no aburriros hoy con tanta información no gastronómica. Comentaros que la tienda y escuela sigue en manos de mi querida Liseth, podéis seguirla en la página de Instagram Dulces Karibay para enteraros de todos los cursos que impartirá proximamente y de todas las novedades que irá poniendo

Ahora sí, voy a hablaros un poquito de la receta de hoy, una facilísima y bonita tarta de frutas y crema diplomática y espero que os animéis a hacerla porque no puede ser más fácil y rica y vistosa. Lo único que os puede llegar a dar un poco de guerra es la crema diplomática, creme dipômat o también conocida como crema madame, para mí una de las preparaciones más deliciosas que puede haber en repostería. Os adelanto que es una sutil y cremosa mezcla entre crema pastelera y nata semi montada. Si ponéis un poco de atención y cuidado no deberíais tener ningún problema a la hora de prepararla.
Respecto al bizcocho, deciros que yo os voy a dejar la receta de un bizcocho de vainilla pero realmente podéis utilizar la receta de bizcocho que más os guste o que sepáis que os va a salir bien. ¿Empezamos?

Receta de Tarta de frutas y crema diplomática:

Número de personas: 8-10
Dificultad: fácil
Tipo de cocina: postre, tarta, celebraciones.

Utensilios:

• Molde redondo o rectangular
• Cazo pequeño
• batidora o varillas de pastelería
• espátula de silicona

Ingredientes:

Para el bizcocho de vainilla:

• 180 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
• 150 gr. de azúcar
• 2 cucharaditas de extracto de vainilla
• 3 huevos
• 125 ml. de nata (35% MG)
• 250 gr. de harina
• 2 cucharaditas de levadura en polvo (10 gr.)
• 1/4 de cucharadita de sal

Para la crema diplomática:

• 375 ml. de leche entera
• 120 gr. de azúcar
• 3 yemas de huevo
• 35 gr. de almidón de maíz
• una cucharadita de extracto de vainilla
• 185 gr. de nata semi montada

Para la decoración:

• Yo he elegido frutos rojos tipo fresas, frambuesas, moras, arándanos, grosellas etc…pero puedes cubrir la tarta con las frutas que más te gusten tales como higos, melocotón, kiwi etc…

Elaboración:

Del bizcocho:

1. Precalentamos el horno a 170ºC. y engrasamos un molde con spray desmoldante o con un poco de mantequilla pomada que esparciremos bien por todo el molde con ayuda de un pincel.
2. Tamizamos juntos el resto de la harina, la sal y la levadura y reservamos.
3. Comenzamos batiendo la mantequilla junto con el azúcar durante 4 o 5 minutos aproximadamente o hasta que observemos que la mezcla se ha vuelto más pálida y ha aumentado de tamaño.
4. A continuación agregaremos los huevos, de uno en uno y esperando a que se vayan integrando antes de añadir el siguiente para evitar que la mezcla se corte.
5. Cuando estén todos los huevos perfectamente integrados comenzaremos a añadir la harina a cucharadas y la iremos intercalando con la nata. Agregamos la mitad de la harina, acto seguido agregamos la nata y a continuación el resto de la harina. Batiremos lo justo hasta que se integre la harina para evitar desarrollar gluten en exceso lo que haría que nuestro bizcocho resultase más seco y poco esponjoso.
6. Vertemos la masa en el molde que teníamos reservado y lo introducimos en el horno durante 50 o 55 minutos, o hasta que al pinchar en el centro con un palito o brocheta, éste salga completamente limpio.
7. Sacamos el bizcocho del horno y lo dejamos dentro del molde durante 10 minutos. Lo desmoldamos sobre una rejilla y dejamos que se enfríe completamente.

De la crema diplomática:

1. Comenzamos preparando una crema pastelera y para ello ponemos a calentar la leche con una parte del azúcar y con la vainilla.
2. En un bol aparte, batimos primero el resto del azúcar con el almidón de maíz para romper los grumos que pueda haber y  entonces añadimos las yemas. Batimos inmediatamente con las varillas manuales hasta que la mezcla blanquee un poco.
3. Cuando la mezcla de la leche con el azúcar comience a hervir la retiraremos del fuego y la iremos añadiendo poco a poco a la mezcla de las yemas, removiendo constantemente hasta que esté todo bien integrado.
4. Lo volvemos a poner todo en un cazo, colándola previamente con un colador y sin parar de remover con las varillas manuales para evitar que salgan grumos y hasta que la mezcla espese y tenga la consistencia deseada.
5. Echamos la crema en una fuente forrada con film transparente y la taparemos así mismo con el film poniéndolo en contacto con la crema, con el fin de evitar que se forme una costra.
6. Dejamos que se enfríe completamente antes de utilizarla.
7. Alisamos la crema pastelera con varillas y le agregamos entonces la nata semi montada con movimientos envolventes y con ayuda de una espátula de silicona.
8. Guardamos la crema en la nevera hasta el momento de utilizarla.

Montaje de la tarta:

1. Es tan fácil como cubrir el bizcocho con nuestra crema diplomática bien fría. El bizcocho también debe estar completamente frio antes de colocarle encima la crema. Puedes también cortar el bizcocho por la mitad y rellenarlo con la mitad de la crema y utilizar la otra mitad para cubrir el bizcocho y colocar encima los frutos rojos que hayas elegido.

Algunas aclaraciones:

• Como os comentaba, podéis utilizar cualquier tipo de bizcocho y también cualquier fruta que os apetezca para preparar esta tarta de frutas y crema diplomática. Lo bueno de esta tarta es que acepta multitud de variantes y variaciones, solo tienes que dejar volar tu imaginación y mirar qué tienes en tu nevera y en tu despensa.